7° Parte De La dULcE RosCElyN
Solo es mi opinión.
7° Parte De La dULcE RosCElyN
Se subió al estribo mencionó la dulce palabra y salió
como un rápido misil, y a lo lejos se escuchó…
-
La verdad sé que eres perfectamente encantadora.
Ros, sintió un algo en su estómago, pero tenía la preocupación
de como rayos iba a alcanzarlo, escalo el avance y dijo:
-
Ah… Ros
La madera se fue ágilmente hacia arriba y dio como 7 vueltas en
círculo, y la aventó en un lugar lleno de Arroz. Se cayó, dio 2 vueltas, y
estaba empapada de ese cereal pegajoso.
-
¡Ay, Centellas!- Se sacudió el vestidito.
-
Tú ¿Quién eres?
Ojeo
a su alrededor, y estaba un señor alto, con barba, sentado en un escritorio
blanco a lo más lejano de ella.
-
Buenos días, disculpe es que tengo que llegar a una recamara y...
El
viejo se paró y se dirigió a ella.
-
Eres amiga de mi nieto, Edt
-
No exactamente, señor, soy una Chinki.
-
Ah lo supuse por tus mejillas rojas, pero siéntate niñita- Y una
silla apareció justo detrás de ella, golpeándole las rodillitas para que se
sentará, Ros obedeció y el señor se acomodó alado de ella…
-
Eres una joven muy linda
-
Gracias, pero le puedo preguntar ¿Por qué lo dice?
-
Por tu alma
-
¿Qué quiere decir?
-
Miro tu aurora, eres una chiquilla muy educada, quieta,
hermosamente tímida y por eso necesitas pasar, ¿Cómo le dicen los de tu mundo?-
pensó un momento- ¡Así! Pasar desapercibida, porque eres un diamante en bruto y
nadie te merece, tienes tu don de ser rebelde, fuerte, intimidante, pero es
para ocultar tu perfección.
La
pequeña se quedó impresionada, era la primera vez que hablaba con ese anciano y
ya sabía todo de ella, Ros no sabía si llorar o simplemente abrazarlo como un
gran encuentro con esa esperanza de su vida, su abuelo. Una lágrima brillante
recorrió su hermoso rostro, quería decir una palabra, pero no era capaz de
decirla y el viejecillo continúo…
-
Tu corazón no es capaz de
traicionar a los que amas, pero es capaz de desgarrarte el alma, te pido que
por favor te aceptes como eres, bellísima, con una alma de León y un corazón de
fuego, pero con un espíritu aventurero, que en este momento tiene demasiadas
dudas, conflictos, recuerdos, lagrimas, pero sobre todo amor – Se puso de pie-
Cría de Dios sigue a la Luz De Tú Corazón.- Desapareció entre lo blanquecino de
la sala.- De pronto a pareció una hoja de árbol que decía:
Mi nombre es Eduardo, solo sube al peldaño y no dudes… di tu divino
nombre… ¡Roscelyn!
Ros se
hincó y empezó a sollozar como una fuente de chocolate sin control, recordó
cada palabra de ese señor, esas palabras – un corazón de fuego, alma de León-y
no tenía explicación normal como rayos supo todo eso, sin embargo tenía toda la
razón. Sin casi ventilarse, se levantó y fue a la puerta, sintió que tenía que
darse la vuelta, así que lo hizo, fue de regreso al sitio donde lloro y
sorpresa, no había sillas, ni resto de lágrimas, lo que si encontró fue una hermosa,
grande, mariposa Café revoloteando, se acercó y el insecto escribió en el aire:
Siempre te amaré, mi mamita, ya no llores por mí, yo estoy muy bien,
cuidándote desde el cielo.
Aventó un beso a la mariposa y se esfumo, corrió hacia el
escalón y secándose esas lagrimillas y riendo de felicidad, dijo:
-¡Roscelyn!
Comentarios